En la industria del calzado existen empresas que mantienen niveles elevados de pérdida de competitividad, continúan produciendo en general con estructuras jerarquizadas de integración vertical, lo que es considerado por el Management democrático como negativo ya que este modelo esta fuertemente orientado hacia la capacidad productiva, esto es, a conseguir una producción determinada, en base a una estructura de economía de escala, que nunca se alcanza. Por el contrario, se considera optimo, orientar la capacidad de producción en base a las necesidades de los clientes consumidores o del mercado. No obstante, frente a esta marcada tendencia a la desintegración de las cadenas de valor y a la especialización de ciertas actividades existentes, tanto dentro como fuera del sector productivo industrial, algunas empresas como por ejemplo la empresa
Con una adecuada gestión de los recursos humanos, de la calidad, y de la implantación de un Cuadro de Mando Integral. basa gran parte de su éxito internacional en una cierta integración horizontal que se extiende desde el diseño de los productos y los materiales hasta la distribución y la venta de los productos terminados mediante establecimientos propios, pasando por la realización en sus propias plantas de una parte de las tareas de fabricación o terminación de los productos que vende.
El uso de las TIC y de Internet, ha favorecido los procesos de externalización, haciendo que la comunicación con los proveedores se desarrolle de forma sencilla, rápida y menos costosa. Y en el ámbito de la gestión de los recursos humanos y de la administración y financiación en general. Además se han mejorado los sistemas de logística y de almacenamiento, de modo que permite que las empresas puedan reducir el tiempo de producción entre un 15 y un 20%, mejorando los procesos de dirección y de mejora en los flujos de mercancías de manera constante. Con los clientes también se han mejorado las relaciones, las tecnologías de la informacion y comunicación y de Internet, también están mejorando la información respecto del cliente en términos más precisos y exactos, y ello hace posible mejorar la oferta y el servicio con un mayor grado de adaptación a las características del cliente y no sólo mediante establecimientos físicos.